"Quiero asegurarle al país que los sacrificios de nuestros soldados no serán en vano. La integridad y la soberanía de la India están por encima de todo para nosotros", dijo Modi.
Subrayó que "la India quiere la paz, pero cada incitación recibirá una respuesta decisiva".
El Ejército indio informó el 16 de junio de que un oficial y dos soldados murieron en un enfrentamiento con militares chinos la noche del 15 de junio, en el valle de Galwan de la región de Ladakh, y que altos mandos de ambos países están sosteniendo negociaciones sobre la normalización de la situación a lo largo de la frontera.
Más tarde, la agencia ANI, citando una fuente, informó que 20 soldados indios fueron asesinados, y 43 militares chinos fallecieron o resultaron gravemente heridos.
Suspención de permisos de los militares
La India decidió cancelar las vacaciones, permisos y licencias de sus militares debido a los enfrentamientos en la frontera con China, dijo a Sputnik una fuente del Ejército indio.
"El Ejército de la India suspende todos los permisos y vacaciones de su personal en medio de los enfrentamientos de la India y China a lo largo de la frontera en el este de Ladakh", informó la fuente.
Agregó que se mantiene la alerta máxima en toda la línea de control real (la frontera entre China y la India).
China y la India disputan una parte del territorio montañoso del norte de la región de Cachemira, además de unos 60.000 kilómetros cuadrados en el estado de Arunachal Pradesh. La línea actual de control pasa por la región de Ladakh.
La situación en el este de Ladakh se agravó después de que unos 250 soldados chinos e indios se enfrentaran en la noche del 5 de mayo en la zona de Pangong Tso. La violencia, que se prolongó hasta el día siguiente, causó más de 100 heridos en ambos bandos y cesó tras una reunión de jefes locales.
Ambos países desplegaron tropas adicionales en la zona a raíz del incidente, que se produjo después de que militares chinos instalaran varias tiendas de campaña y empezaran a construir una infraestructura cerca del río Galwan.
El 6 de junio, jefes militares indios y chinos en la zona fronteriza mantuvieron una reunión que, según Nueva Delhi, se desarrolló en un ambiente cordial y en la que ambas partes quedaron en resolver pacíficamente las desavenencias.