Una reforma legal que haría que la compañía automovilística necesitara un informe favorable de la autoridad laboral para poder despedir al personal de las tres plantas que tienen en Cataluña, en total, unas 3.000 personas, según los sindicatos. Acción que, a su vez, dificultaría el cierre de las fábricas de Barcelona y forzaría a Nissan a negociar su desmantelamiento.
Esta petición atrajo a centenares de trabajadores de Nissan y empresas proveedoras al Paseo de Gràcia de la capital catalana, en concreto, a la sede del departamento de Empresa de la Generalitat de Catalunya, punto en el que comenzó la marcha y donde entregaron un escrito a la consellera Àngels Chacón. La manifestación avanzó por el paseo, cortado en todo momento, hasta la Delegación del Gobierno, mientras entonaban consignas como "Guerra, guerra, Nissan no se cierra". Al final del recorrido, los manifestantes dieron otra carta a la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera.
Esta es la cuarta semana de protestas tras el anuncio de Nissan de cerrar sus plantas en Cataluña, la de la Zona Franca, la de Montcada i Reixac y la de Sant Andreu de la Barca. Desde entonces, los trabajadores se han reunido frente a las instalaciones de la Zona Franca, concesionarios de Nissan y Renault y también frente a la sede de Garrigues, despacho que se encarga de los despidos.