El 12 de julio se acerca. Fecha en la que gallegos y vascos saldrán a votar en unas elecciones marcadas por la pandemia de coronavirus. La crisis sanitaria impidió su celebración el 5 de abril, día situado en pleno estado de alarma, y ahora, casi tres meses después, la máquina electoral vuelve a circular. Las imágenes de hospitales abarrotados y calles vacías se quedaron en la primavera, sin embargo, la enfermedad planea sobre la jornada electoral. El coronavirus podría ser la causa del posible desplome de la participación, pero también de la ausencia de personal en las mesas electorales.
Una cifra de renuncias elevada, pero tampoco descabellada según confirman a Sputnik Mundo desde la Junta Electoral de Zona de Vigo. "Este año hay alguna más, pero nada que haya sorprendido en exceso. Además, no es algo exclusivo de esta demarcación, sino que sucede en todas". No obstante, sí que reconocen que las causas sanitarias para no participar en el proceso han aumentado, aunque tampoco son las únicas. "Hay alegaciones de ciudadanos que sufren determinadas patologías, lo que les hace personas de riesgo. Pero las hay de otro tipo, como viajes de negocios o puestos laborales que solo puede desempeñar una determinada persona".
Ante el revuelo, el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, volvió a asegurar que los más de 2.000 colegios electorales de la comunidad son "seguros".
"Les aseguro que no van a correr riesgos", indicó el líder autonómico.
La Xunta ha ideado un protocolo para el día de la votación con el que se garantiza el abastecimiento de mascarillas, pantallas y gel hidroalcohólico para los miembros de las mesas electorales. Además, se mantendrán las distancias de seguridad y los ciudadanos deberán entrar individualmente en los colegios, priorizando el acceso de mayores de 65 años o personas con discapacidad. En su interior, los votantes, siempre con mascarilla, tendrán que seguir los flujos de circulación establecidos y antes de introducir la papeleta en la urna se higienizarán las manos. Por otro lado, las tareas de desinfección de las instalaciones serán constantes y se asegurará una buena ventilación.
O número de casos activos de #coronavirus en Galicia é de 317
— Xunta de Galicia (@Xunta) July 2, 2020
🔹 4 están en unidades de hospitalización
🔹 313 no domicilio
Hai un total de 10.649 persoas curadas, e lamentablemente 619 persoas faleceron
PCR realizadas👉🏼188.328
🔗 https://t.co/rJg6imYNkQ pic.twitter.com/w5VwEVfWS2
El miedo al coronavirus no es un motivo
Pero, las medidas sanitarias no siempre funcionan como calmante. Frente a un verano de rebrotes en todo el país, hay personas elegidas para ser vocal o presidente de una mesa que utilizan la pandemia como motivo para no sentarse en un colegio electoral el 12 de julio. "Cualquier persona puede alegar lo que crea conveniente. Otra cosa es que los tres vocales judiciales y los dos no judiciales acepten la alegación".
"La mayoría de veces se resuelve con la presentación de un informe médico. A partir de ahí se valora, porque cada caso es un mundo. Muchas fueron aceptadas, pero muchas otras no", confirman en la Junta Electoral de Zona de Vigo.
El miedo al coronavirus no se considera una razón para no participar en proceso. Tampoco lo es padecer una enfermedad que haga a la persona más vulnerable al virus. Es más, según la instrucción 6/2011 que interpreta el artículo 27.3 de la Ley de Régimen Electoral General, solo en el caso de presentar una baja médica se acepta la no presencia. En el caso de no tener un certificado de incapacidad laboral, se exime a la persona siempre que su dolencia no le permita desarrollar las funciones asignadas en la mesa.
Tener entre 65 y 70 años, edad límite para ser elegido, se puede usar como alegación para no formar parte de una mesa. Las personas con discapacidad, los pensionistas de incapacidad permanente absoluta o gran invalidez, los internados en centros penitenciarios u hospitales psiquiátricos, las víctimas de algún delito cuya pena sea una orden de alejamiento o la persona llamada a la mesa en tres ocasiones en los últimos 10 años también se consideran exenciones. La confesión religiosa del elegido se considera excusa válida si esta le impide estar en una mesa electoral.
Existen también alegaciones reconocidas en relación al ámbito de los cuidados. Por ejemplo, cuando el padre o madre de un menor de 14 años puede abstenerse a acudir a la mesa electoral siempre que el otro cónyuge no pueda ocuparse y carezca de ascendientes o descendientes que se puedan hacer cargo. Otro motivo es el cuidado continuo o directo de menores de ocho años y personas con discapacidad física, psíquica o sensorial. En el caso de un familiar con hasta un segundo grado de discapacidad que no puede valerse por sí mismo, se permite una reducción del tiempo en la mesa.