El Proyecto Kuppel, homologado por la OTAN, es el sistema escogido para proteger el espacio aéreo de la capital catalana. Se trata de una red formada por sensores y cámaras de alta definición, con los que se localiza e identifica de manera fiable a los drones que sobrevuelan la ciudad hasta una altura de 300 metros. De esta forma, se puede seguir su trayectoria y monitorizarlos.
Basado en el trabajo de la empresa catalana Droneless, el objetivo de este proyecto es proteger el espacio aéreo de posibles ataques terroristas o evitar el uso de drones para actividades ilícitas como tráfico de drogas, espionaje o el vuelo sobre puntos críticos como aeropuertos. Según el conseller de Interior de la Generalitat de Catalunya, Miquel Buch, entre 2019 y el segundo trimestre de 2020 se registraron "900 accidentes relacionados con el uso de drones".
"Este proyecto tiene por objetivo evitar un ataque de estas características. El riesgo es existente y hay que tener una respuesta preparada", explica Eduard Sallent, comisario jefe de los Mossos d'Esquadra.
La primera fase arrancará durante el mes de agosto en la ciudad de Barcelona. A partir de septiembre se establecerán protecciones en el aeropuerto del Prat, incluidos los muelles inflamables del puerto de Barcelona, y en el Camp de Tarragona, en concreto, sobre el complejo petroquímico situado en la comarca, el aeródromo de Reus y el puerto de Tarragona. Proyecto que cuenta con una inversión inicial de 400.000 euros.
Reforcem la prevenció i la seguretat a la superfície aèria amb el #ProjecteKuppel a Barcelona i altres punts sensibles del país. Treballem en la detecció, seguiment i control de drons que suposin un risc imminent o s'utilitzin per cometre fets delictius pic.twitter.com/EsEVwMLc22
— Mossos (@mossos) July 6, 2020