Según el Ministerio del Interior, alrededor de 5.000 personas se reunieron frente al edificio del Parlamento el 7 de julio por la noche. Los manifestantes más radicales atravesaron el cordón policial y lograron entrar en el edificio, quemando varios autos de la Policía y unos contenedores de basura. En respuesta, la Policía utilizó gas lacrimógeno y otros equipos especiales.
El 7 de julio el presidente serbio, Aleksandar Vucic, declaró que su país volverá a imponer el toque de queda debido al empeoramiento de la situación en torno al COVID-19.
Según el mandatario, unas 4.000 personas se encuentran hospitalizadas con COVID-19, mientras en Belgrado los establecimientos médicos están casi repletos.
Policías heridos
Las protestas se saldaron con 24 detenciones y 43 policías heridos, informó el director de la Policía serbia, Vladimir Rebic.
"Los agentes de Policía intentaron hacer retroceder a los alborotadores del edificio, los empleados aguantaron los ataques por una hora y media, hubo cuatro intentos [de manifestantes] de forzar el acceso al Parlamento", dijo Rebic en una rueda de prensa al subrayar que "todo ese tiempo la policía se comportó con moderación y no recurrió a la fuerza".
Poco después, prosiguió el jefe de la Policía, "los manifestantes empezaron a lanzar piedras, botellas, latas y otros objetos sólidos contra los agentes poniendo en peligro su vida y salud".
Tras horas de enfrentamientos, 43 policías acudieron al médico, uno de ellos fue hospitalizado con fractura de cráneo y conmoción cerebral.
Fueron detenidas 24 personas, entre ellas hay sospechosos de haber prendido fuego a dos de los tres vehículos de policía quemados.
Vucic calificó los acontecimientos de "la violencia política más brutal de los últimos años".
Afirmó que los disturbios fueron protagonizados por miembros de ultraderecha, "unos representantes de organizaciones profascistas atacaron el Parlamento".
Según el presidente serbio, la Policía se comportó "de manera digna" y respondió a los ataques solo cuando los grupos agresivos forzaron las puertas y ocuparon el vestíbulo del Parlamento.
Entre los participantes más activos había partidarios de la política severa respecto a los migrantes, así como "aquellos que se oponen a las redes 5G y que creen que la Tierra es plana", destacó.
Además, dijo el presidente, dos de los detenidos tienen antecedentes penales, uno de ellos es nacional de Montenegro.