Khrysten Martino estaba con sus dos hijos pasando un día en la playa. Cuando sacó a los chicos del agua para que vieran al supuesto delfín, vieron una aleta sospechosamente afilada.
"Por la aleta, me di cuenta de que eso era un gran tiburón", dijo la testigo al medio Storyful, quien no dudó en grabar el momento. Después Khrysten se dio cuenta de que el animal trataba de cazar a lo que parecía ser otro tiburón más pequeño.
Finalmente parece que el escualo se dio cuenta de que estaba en una zona demasiado poco profunda y renunció a su aperitivo.
"Mi hijo ya no quería estar en el agua tras ver esto, así que recogimos las cosas (...) y nos fuimos a casa a bañarnos en nuestra piscina libre de tiburones", explica la mujer.