"Es una continuación de la burda política de restricciones de toda clase, de burdas presiones sobre empresas europeas, entre ellas las de Rusia. No es sino un intento de forzar a los europeos a que compren el gas más caro, sobre unas condiciones menos ventajosas", declaró Peskov a periodistas.
El 15 de julio, el Secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, anunció que Washington planea extender las sanciones impuestas en virtud de la Ley para Contrarrestar a los Adversarios a través de Sanciones (CAATSA, en inglés) al gasoducto Nord Stream 2 y al segundo ramal de Turk Stream.
Pompeo afirmó que no son proyectos comerciales sino herramientas con las que el Kremlin procura explotar y expandir la dependencia europea del suministro de hidrocarburos rusos. El anuncio de posibles sanciones, según él, es una advertencia para que las empresas implicadas salgan ya de estos proyectos o enfrenten las consecuencias.
Para el Ministerio de Exteriores ruso, Washington está ejerciendo presión política con fines de competencia desleal.
El Congreso de EEUU aprobó la CAATSA en 2017 en represalia a la supuesta interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016, acusación que Moscú siempre ha rechazado.