Según este estudio, adelantado por el diario O Globo, en la actualidad el número de militares, tanto en activo como en la reserva, ocupando cargos en toda la estructura del Gobierno brasileño es de 6.157, 122% más que cuando Bolsonaro asumió el poder en enero de 2018.
En 2018 había 2.715 militares en cargos civiles del Gobierno brasileño, y en 2019, el primer año de Bolsonaro, el número ya había subido a 3.515, llegando a superar los 6.000 en lo que va de este año.
Este ámbito es especialmente polémico porque durante la pandemia del nuevo coronavirus, tras forzar la salida de dos ministros de Salud que eran médicos de profesión, el presidente colocó en el cargo de forma interina a un militar sin experiencia en el área, el general Eduardo Pazuello.
Éste, a su vez, nombró a varios otros militares para ocupar plazas que antes eran de cargos técnicos, lo que ha provocado fuertes críticas.
Una de las principales novedades que apunta el informe del TCU es que, por primera vez en los últimos cinco años, hay militares ocupando cargos en consejos de administración de empresas estatales; según el tribunal, hay ocho militares que están en esas posiciones.