Esta es la segunda vez en dos años que la compañía pasa por una reorganización de este tipo. En 2018, Remington Arms logró librarse de aproximadamente 775 millones de dólares de su deuda de 950 millones de dólares, detalló The New York Times.
Aunque de manera general la compra de armamentos en EEUU ha disminuido los últimos años, la declaración de quiebra de Remington se da en un momento en que los ciudadanos estadounidenses compran más armas que nunca. Los recientes disturbios civiles y las preocupaciones acerca de la seguridad personal han llevado las ventas de armas de fuego a alcanzar niveles récord en el país norteamericano, apuntó Fox Business.
Sin embargo, los últimos años los minoristas estadounidenses han impuesto restricciones a la venta de armas en sus tiendas después de numerosos tiroteos en escuelas del país, una medida que perjudicó a fabricantes como Remington, detalló Reuters.
Las familias de las víctimas de Sandy Hook han presentado una demanda contra Remington relacionada con la comercialización de armas. El juicio está programado para el próximo año.
Remington Arms fue fundada en 1816 en el estado de Nueva York. Las armas de fuego fabricadas por la compañía se utilizaron en la guerra de secesión, así como en la Primera y la Segunda Guerra Mundial. A día de hoy siguen siendo muy populares entre los practicantes de deportes de tiro y cazadores. Son empleadas también por las fuerzas de la Policía y del Ejército de EEUU.