"Es una catástrofe en todo el sentido de la palabra", dijo Hasan a la cadena Sky News Arabia.
El ministro señaló que los hospitales están desbordados tras la explosión y los médicos carecen de material sanitario.
"Hasta ahora, tenemos constancia de 4.000 víctimas, muchas de las cuales aún no han recibido atención médica debido a la falta de plazas en los hospitales, tanto en la capital como fuera, ya que están llenos de heridos", indicó.
La explosión, agregó el ministro, destruyó por completo cuatro hospitales de la ciudad, lo que agravó aún más el problema, convirtiendo la "crisis en una catástrofe epidemiológica" dada la propagación del coronavirus.
El 4 de agosto en el puerto de Beirut se produjo una potente explosión, precedida por un pequeño estallido. Según estimaron sismólogos jordanos, la segunda explosión liberó una energía equivalente a la de un sismo de magnitud 4,5.
Además, el portavoz de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano, Farhan Haq, comunicó que 48 miembros del organismo resultaron heridos durante la explosión.
El primer ministro del país, Hassan Diab, declaró que la explosión se debe al almacenamiento inadecuado de las 2.750 toneladas del nitrato de amonio durante seis años.