Una potente explosión, que se cobró la vida de al menos 135 personas e hirió a unas 5.000, según informes preliminares, se produjo en la tarde del 4 de agosto.
La causa preliminar de la explosión fueron 2.750 toneladas de nitrato de amonio, un material químico altamente explosivo, que al parecer había estado almacenado en un depósito portuario sin medidas de seguridad durante años.