"Abrir las discotecas no fue claramente una idea ni oportuna, ni brillante", afirmó Galli.
En opinión del médico, es justa la reciente decisión del Gobierno italiano de cerrar las discotecas para frenar la propagación del COVID-19, a pesar del daño económico que puede comportar.
"En todas las grandes epidemias del pasado las decisiones de las autoridades fueron condicionadas por presiones y consideraciones de cariz económico, pero los costes posteriores, humanos y económicos, si las cosas no se hacen como se debe, siempre fueron mucho más altos", aseveró el profesor milanés.
Sin embargo, Galli acotó que las autoridades deben prestar ayuda a los locales que se verán afectados por la medida.
A su vez, la asociación italiana de las empresas de entretenimiento, Silb Fipe, anunció este 17 de agosto que presentará un recurso al Tribunal administrativo de la región de Lacio para que las discotecas puedan volver a abrir inmediatamente.