"El Ministerio de Construcción y Arquitectura llama a todos los que consideren necesario expresar su opinión en forma de mitin o huelga, a que no obstaculicen la labor de la industria de la construcción", dice el comunicado.
Según el ente, los sitios de construcción no son un lugar para expresar creencias y opiniones políticas personales.
"Además, el proceso de construcción está plagado de muchos riesgos, que no se pueden descuidar. Parar la construcción o realizar trabajos de construcción de manera deficiente significa asestar un golpe a los ciudadanos comunes del país que no podrán obtener las llaves de sus viviendas tan esperadas", agrega el comunicado.
Las protestas en Bielorrusia estallaron el 9 de agosto tras la publicación de los primeros resultados de los comicios presidenciales que daban como ganador por amplia mayoría al actual presidente del país, Alexandr Lukashenko.
Según el escrutinio oficial, el actual mandatario recibió el 80,1% de los votos, la opositora Svetlana Tijanóvskaya obtuvo el 10,1% de los apoyos y los otros tres candidatos reunieron juntos un poco más del 4%.
El 13 de agosto han comenzado protestas pacíficas y huelgas en empresas industriales en diferentes ciudades de Bielorrusia, incluyendo en la Fábrica de Automóviles de Minsk (MAZ), la Planta de Tractores de Minsk (MTZ), la Planta Metalúrgica Bielorrusa (BMZ) y la Fábrica de Camiones de Minsk (MZKT).
El 17 de agosto también se declararon en huelga empleados de la televisión estatal Belteleradio.