"España ocupa el puesto 6 en bienestar de la infancia [sobre un total de 38 países], sumando las tres variables de bienestar mental, bienestar físico y destrezas, aunque también preocupan los efectos del COVID-19", informó la organización en un comunicado.
En el documento Report Card que analiza el bienestar de los niños en 38 países, España obtiene buenos datos en torno a la salud mental (tercer puesto) y las capacidades (cuarto puesto) de los más pequeños.
En concreto, uno de los datos que aporta Unicef es que casi el 82% de los adolescentes españoles de 15 años se muestran muy satisfechos con su vida, por encima de la media del resto de países ricos (alrededor del 76%).
En cuestión de habilidades sociales y capacidades académicas, los menores españoles ocupan el tercio superior de la lista con un 67% que domina la comprensión lectora y las matemáticas.
También un 81% de los niños de España afirman hacer amigos con facilidad y se sienten confiados en sus relaciones interpersonales.
Según los indicadores de Unicef, los Países Bajos, Dinamarca y Noruega son los tres mejores lugares para ser niño entre los países analizados.
La peor nota para España es en cuestión de salud, donde desciende hasta el puesto 23 a causa del problema de la obesidad, que afecta a un 34% de los niños españoles.
"Esto nos preocupa especialmente. No solo por lo estrictamente físico, sino porque la obesidad se relaciona también con un peor rendimiento escolar y con trastornos de autoestima", afirmó en declaraciones difundidas por Unicef su director ejecutivo en España, Javier Martos.
Otro de los problemas para España es la pobreza infantil, con un 27% de niños que viven en hogares con ingresos inferiores al 60% de la renta media nacional, una situación que sigue empeorando.
"España no es una excepción, y aquí también prevemos que la situación empeorará debido a los efectos de la pandemia y de las medidas de contención", afirmó el director ejecutivo de Unicef España.