Según el medio, no hay mucho que Alemania pueda hacer por sí sola para bloquear la finalización del gasoducto sin entrar en conflicto con la legislación de la UE o arriesgarse a reclamaciones por daños multimillonarios por parte de las empresas involucradas en el proyecto.
Sin embargo, Alemania "podría dejar que otros hagan el trabajo sucio y ver cómo el inacabado Nord Stream 2 se pudre lentamente en el helado Báltico", señala la autora del artículo, América Hernández.
Así, la columnista propone seis opciones para "matar" el Nord Stream 2:
- Presionar a la autoridad minera regional de Stralsund y la Agencia Federal Marítima e Hidrográfica para que revoquen sus permisos de construcción del gasoducto.
- Observar los procesos judiciales con las ONG medioambientales que se oponen al proyecto.
- Emitir una restricción nacional a las importaciones de gas ruso.
- Dejar que las sanciones de EEUU ahoguen el proyecto, pero esta opción "supone cierto riesgo para Alemania".
- Presionar para que se impongan sanciones a nivel de la UE. "Esta es la opción activa más segura, ya que asegura que Alemania no se arriesgue sola".
- Negarse a dar luz verde a la finalización del proyecto. "Incluso si no se toman medidas adicionales por parte de Alemania o la UE, el Nord Stream 2 todavía se enfrenta a muchos desafíos para obtener una licencia de operación".
Según el economista ruso Vladímir Rozhankovski, el artículo de Politico son especulaciones periodísticas.
El Nord Stream 2 es un gasoducto de gas natural de 55.000 millones de metros cúbicos (bcm) que va desde la costa de Rusia a Alemania. EEUU se opone activamente a este proyecto e impone sanciones a las empresas involucradas porque promueve su gas natural licuado para venderlo a la UE. Ucrania y varios países europeos también están en contra de la construcción del gasoducto.
🇺🇸 EEUU espera que Alemania cancele el proyecto @NordStream2 por el caso Navalni 👇https://t.co/eE4pI0SjHn
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) September 11, 2020
El futuro del proyecto se ha vuelto más incierto ante el supuesto envenenamiento del opositor ruso Aléxei Navalni, trasladado a Berlín desde Rusia después de pasar dos días en un hospital de la ciudad de Omsk, donde fue ingresado tras perder el conocimiento durante un vuelo procedente de la ciudad de Tomsk.
El 2 de septiembre, el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, informó que los análisis toxicológicos realizados por un laboratorio de las Fuerzas Armadas de Alemania muestran que Navalni fue envenenado con una sustancia de la familia Novichok.
Varios políticos alemanes se expresaron a favor de revisar el apoyo de Alemania al proyecto Nord Stream 2 en relación con las nuevas circunstancias en el caso de Navalni.
Empresarios alemanes, a su vez, se opusieron a esta idea, al destacar que el proyecto es necesario para toda Europa.