Los pasajeros se tienen que enjuagar la boca con una solución salina, hacer gárgaras y escupir en un vial. En menos de un segundo este test, llamado SpectraLIT, es capaz de determinar si las personas están contagiadas de coronavirus porque el aparato hace un análisis espectrométrico.
"Diría que actualmente existen dos pilares para combatir la epidemia: uno es tratar de encontrar una vacuna y el otro es el test", dijo a Sputnik el doctor Eli Schwartz, líder del proyecto y jefe del Centro de Medicina Geográfica y Enfermedades Tropicales del centro médico Sheba.
Según el científico, "con un test rápido se puede hacer un cribado masivo y, así, aislar rápidamente a los enfermos, de ahí la idea de colocarlo en lugares de tránsito, como aeropuertos. Esto abriría los cielos. Así que diría que el test es tan importante como la vacuna", agregó.
Inteligencia artificial
El test, desarrollado por la empresa emergente israelí Newsight en colaboración con el centro médico Sheba, va a ser usado en dos aeropuertos europeos tras el contrato firmado entre los inventores y la compañía de seguridad de aeropuertos ICTS Europe.
El aparato está siendo utilizado ya en 12 hospitales del mundo en un programa piloto.
Esta tecnología ya ha sido probada en 400 personas en Sheba y ha demostrado un 95% de aciertos.
Los investigadores del centro médico que están llevando a cabo las pruebas, aseguran que el test se hará más preciso a lo largo del tiempo porque está operado con inteligencia artificial y aprende con cada nuevo examen.
Test menos invasivo
Schwartz aseguró que este test es más barato y más fácil de usar que el PCR, que es el principal modo de detección de COVID-19 en el mundo hoy en día, y también dijo que es mucho menos invasivo y menos molesto.
En personas contagiadas el virus está presente en la saliva en cantidades que van incrementándose a medida que avanza la enfermedad. El reto, señalan los médicos, es detectar personas que están en fases iniciales de la dolencia.
Desde el 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud califica como pandemia la enfermedad COVID-19 causada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 detectado a finales de 2019.
A lo largo del mundo se han detectado más de 32,2 millones de casos de infección por el patógeno, incluidos más de 983.700 decesos y unos 22,2 millones de recuperaciones, según la Universidad Johns Hopkins de EEUU.