Una de las principales recomendaciones que hacen los especialistas en estos tiempos de la pandemia es llevar siempre la mascarilla puesta. Sin embargo, en muchas ocasiones es necesario quitársela para comer o beber. Y también muchos de nosotros a menudo olvidamos colocárnosla de nuevo, por lo que nos exponemos a un riesgo mucho más alto de contraer el virus.
La innovadora mascarilla AutoMask provee una alternativa a los tapabocas habituales de tela. Usa una tecnología infrarroja y detecta los objetos que se le acercan a unos 10 centímetros. Al detectar algo, la AutoMask se abre automáticamente y le permite a la persona beber o comer sin tener que tocarse la cara o quitarse la mascarilla.
Se alimenta de una batería convencional de nueve voltios y tiene un interruptor que la apaga mientras no necesitamos abrirla.
Los creadores de la AutoMask afirman que su misión es convertirla en una mascarilla facial estándar en profesiones como la enfermería y la construcción.