El informe de situación ofrecido este 6 de octubre por el Ministerio de Sanidad reporta además 261 nuevos fallecimientos, por lo que el balance de muertes a causa del COVID-19 en España aumenta a 32.486.
Esta cifra aumenta de forma notable respecto a la incidencia de 254 casos reportada el 5 de octubre, demostrando que el descenso se debió a un retraso en las notificaciones durante el fin de semana.
Este retraso en las notificaciones se deja notar también cuando se pone la lupa sobre los datos a nivel territorial.
La Comunidad de Madrid reportaba el 5 de octubre una incidencia de 586 casos por cada 100.000 habitantes, pero este 6 de octubre aumentó hasta los 710, volviendo a ser el territorio con mayor trasmisión del virus.
Detrás se sitúan Navarra (673), Melilla (449), Castilla y León (382) o Castilla-La Mancha (376).
En cuanto a la presión hospitalaria, la situación se mantiene estable respecto a la semana anterior, con un total de 10.696 pacientes de COVID-19 ingresados (ocupando el 9% de las camas de hospital del país), con 1.544 de ellos en unidades de cuidados intensivos (ocupadas al 17,6% de su capacidad)
En territorios como Madrid se disparan esos porcentajes, ya que la ocupación por pacientes COVID es del 22% en camas de hospital y del 40% en cuidados intensivos.
Esto implica que 4,6 millones de madrileños solo pueden abandonar la zona en la que residen para ir a trabajar o por motivos de fuerza mayor. Además, se aplican otras restricciones como limitar a seis personas las reuniones sociales o limitar al 50% el aforo en bares y comercios.
Más allá de la capital, multitud de territorios aplican restricciones para contener brotes del virus. Según datos recopilados por la Radiotelevisión Pública Española (RTVE), al menos 588 municipios del país sufren restricciones extraordinarias, estando 37 de ellas bajo confinamientos perimetrales.