Así transcurrió hasta el 30 de noviembre de 1966, año en el que Barbados obtuvo una independencia negociada. Esto implicó, entre otras cosas, ser gobernado por un primer ministro electo, manteniendo la presencia de una gobernación general a cargo de un funcionario designado por la reina.
Isabel II es jefa de Estado del Reino Unido y de otros 15, cifra que podría reducirse a 14 en noviembre de 2021. "Ha llegado el momento de dejar atrás por completo nuestro pasado colonial", dijo en su mensaje anual al Parlamento la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, a finales de septiembre.
"Nuestros habitantes quieren un jefe de Estado de Barbados. Esta es la máxima declaración de confianza en quiénes somos y en lo que somos capaces de lograr", sostuvo.
Tiempo al tiempo
"Sería mejor esperar a ver qué va a ocurrir, porque si bien en otros momentos hubo anuncios hacia la creación de la República, hubo también muchas presiones de agentes externos para que no se concretara", afirmó en diálogo con Sputnik el experto en historia latinoamericana y caribeña, Adrián Pereira Castellón.
Recordó que esta declaración "viene precedida por otra, del antecesor de Mia Mottley, que planteó la necesidad de establecer una República, y desde 1966 por el primer jefe de Gobierno, Errol Barrow, que también lo había planteado".
El académico cubano destacó que el territorio insular ha sido históricamente una referencia "en cuestiones políticas internacionales". La primera y segunda declaración de Barbados sobre los problemas indígenas "sentaron un precedente en la región del Caribe, incluso en América Latina".
Se refería a declaraciones promulgadas entre 1970 y 1990 que articularon un conjunto de demandas por el reconocimiento y la inclusión de las poblaciones indígenas de América Latina.
Cerrar la puerta
Pereira Castellón se refirió al valor geopolítico del territorio insular y las ventajas que hasta la actualidad le otorga a Reino Unido, distante a 6.700 kilómetros del enclave. "Es el territorio más oriental en el Caribe, una puerta al océano Atlántico por completo", afirmó.
Finalmente "tenemos a Rusia, que si bien es más mesurado y plausible en su accionar, es determinante en el transcurrir político del mundo actual", acotó.
"China está en medio de una expansión comercial", dijo el entrevistado, en alusión al proyecto de Nueva Ruta de la Seda que unirá aún más al gigante asiático con África, Latinoamérica, el Caribe y Europa.
"La presencia china en el Caribe es muy fuerte. Esos negocios son determinantes para el funcionamiento de estas naciones y para la economía [del gigante asiático]", apuntó.
Por esta realidad, entre otras cosas, es que EEUU viene predicando bajo la Administración de Donald Trump sobre el riesgo que implica el avance de Pekín para Latinoamérica.
"EEUU tiene en el Caribe un sin número de bases militares no solo para mantener una estrategia geopolítica en la región, sino para garantizar que América Latina siga siendo su patio trasero", apuntó el entrevistado, en referencia a que Washington también buscará que Barbados permanezca como súbdito bajo la corona inglesa.