Se calcula que más de 25 millones de votos ya han sido emitidos de manera anticipada, tanto en las urnas como por correo, según cifras recogidas por el Proyecto Electoral de Estados Unidos. Eso corresponde al 18% de todos los votos que se emitieron en 2016, agrega la organización.
Pero la masiva participación temprana de los votantes, en parte impulsada por la pandemia de COVID-19, también ha dado lugar a nuevos desafíos, ya que se informaron de largas colas y esperas de horas en los centros de votación de varios estados.
— Leigh Ann Caldwell (@LACaldwellDC) October 17, 2020
En el estado de Georgia, donde se abrieron las urnas el pasado 12 de octubre, algunos votantes esperaron más de ocho horas para emitir su voto, según los medios locales.
"Las largas filas no ocurren por accidente sino por diseño", tuiteó la Coalición Nacional de Defensa Electoral.
Los funcionarios del estado de Ohio han explicado las largas filas con el alto entusiasmo entre el electorado. Pero una ley estatal de 2006 que limita los sitios de votación temprana en persona a uno por condado también contribuyó a las largas filas, señaló el redactor de discursos del expresidente Barack Obama, David Litt, citado por el periódico The Guardian.
— Ashley Koff RD (@ashleykoff) October 12, 2020
"Culpar a los votantes por las largas filas que soportan ignora la enorme e intencional disparidad de recursos entre las partes más y menos pobladas del estado", escribió Litt.