Así comienza el texto elaborado por un grupo de investigadores catalanes del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IEEC) quienes, a través del proyecto The Sustainable Offworld Network (SONet), han ideado una ciudad habitable para un millón de ciudadanos en el planeta rojo y además, de manera sostenible.
"Al saber que éramos uno de los seleccionamos pensamos que el esfuerzo había valido la pena. La mayoría somos profesionales y académicos y sabíamos que habíamos preparado con unos estándares altos, pero era la primera aventura como equipo. Eso nos dio un gran impulso y validación para continuar", narra a Sputnik el coordinador del equipo Guillem Anglada-Escudé.
Los investigadores fundaron en su imaginario una ciudad llamada Nüwa en honor a la diosa china que creó a la humanidad. Además, esta diosa utilizaba cinco piedras para proteger los cielos y Nüwa, en el proyecto, también cuenta con cinco centros urbanos. Su ciudad contiene todos los aspectos de la vida humana: desde el asentamiento, la arquitectura y los soportes vitales hasta el arte, la economía y el sistema político.
La elección del lugar y del sistema constructivo vinieron impuestos por el ambiente extremo del planeta. "Esto implica que si construyéramos los edificios como en nuestro planeta, los edificios tenderían a explotar por la presión interior. Además, la radiación solar y la gamma obligan a construir sin espacios expuestos al cielo", señala Alfredo Muñoz, fundador de ABIBOO Studio y especializado en la construcción a gran escala.
"La gestión de recursos ha sido fundamental a la hora de diseñar la arquitectura de Nüwa. Todos los materiales necesarios para construir la ciudad se obtienen en Marte mediante el procesamiento de carbono y otros minerales. Durante el trabajo de diseño, el equipo de ABIBOO Studio trabajó mano a mano con los científicos de SONet para identificar qué materiales podrían ser fabricados en Marte para la construcción de la ciudad. Nüwa es el resultado de este trabajo interdisciplinar", sostiene Alfredo Muñoz, cofundador de ABIBOO, el estudio arquitectónico que ha llevado a cabo todo el diseño del proyecto.
A lo largo de los últimos años, ABIBOO Studio ha diseñado varias ciudades en países emergentes, pero nunca antes habían proyectado una ciudad en Marte. No obstante, asegura su cofundador, el proyecto les ha servido para crear nuevas ideas aplicables en la Tierra. "Una de las más relevadoras ha sido la posibilidad de utilizar las infraestructuras que facilitan la vida como imán socializador de la ciudad. En Nüwa, las plantas generadoras de oxígeno, tratamiento de agua, etcétera, son 'esculturas' que se integran el paisaje de los espacios públicos de la ciudad", declara Muñoz a Sputnik.
La propuesta está formada por más de 30 investigadores y está liderada por investigadores catalanes, aunque participantes de otros países como Reino Unido, Estados Unidos, Argentina y Alemania, también son parte del equipo. Elaboraron un informe de 20 páginas con un diseño conceptual que combina una amplia gama de aspectos, desde la exploración espacial hasta la sostenibilidad. Asimismo, el grupo contó con la presencia femenina de relevantes investigadoras como Gisela Detrell, de la Universidad de Stuttgart, y Laia Ribas, del Instituto de Ciencias del Mar.
Sputnik no ha podido evitar preguntarles por una cuestión que lleva intrigando a la sociedad desde hace siglos: la existencia de vida en Marte. Anglada-Escudé, coordinador de SONet, ha trabajado en temas relacionados antes de exponer este proyecto. Él considera que puede que hubiera vida (simple) y que aún quede en el subsuelo, pero en cualquier caso "no es tan frugal como la terrestre", pues la evidencia en la superficie sería mucho más obvia. "Cómo se originó esa hipotética vida es una de las preguntas fundamentales que nos gustaría esclarecer, ya que tiene relevancia sobre cuán único y precioso es nuestro mundo", asegura.
El proyecto buscará ahora a la industria, los académicos y diferentes socios privados para dar pasos más allá y convertir la ciudad marciana en una opción factible para un futuro establecimiento humano en el planeta rojo.
"En un esfuerzo tan grande, la cooperación entre expertos en muchas áreas diferentes es necesaria", explica Miquel Sureda, profesor de ingeniería aeronáutica en la ESEIAAT-UPC. "El éxito del proyecto de Nüwa en el concurso del Mars Society puede ayudar a SONet a ganar visibilidad y atraer miembros y recursos".
La propuesta de SONet fue defendida en la gala final el 17 de octubre y aunque no pudieron llevarse los 10.000 dólares del primer premio, su galardón ha sido otro: "No vamos a concursar para ganar, sino para intentar convencer que, el tema de la sostenibilidad y el factor humano como elemento central del diseño, son más importantes que ciertos aspectos técnicos", concluye Guillem.
El proyecto ha sido liderado por investigadores del IEEC del Instituto de Ciencias del Espacio (ICE, CSIC), la firma de arquitectura ABIBOO Studio, la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) y el Instituto de Ciencias del Cosmos de la Universitat de Barcelona (ICCUB), junto con otros centros de investigación de toda España, incluido el Instituto de Ciencias del Mar (ICM, CSIC).