El paquete incluye subvenciones de hasta 2.100 libras al mes (unos 2.300 euros) para establecimientos de sectores que no están obligados a cerrar, pero han perdido clientela debido a las restricciones.
"El ministro pudo haber hecho mucho más de haber actuado antes", criticó su 'opuesta' laborista, Anneliese Dodds.
La portavoz de Finanzas acusó al Ejecutivo conservador de dar la espalda a regiones del norte de Inglaterra de arraigo laborista, como Liverpool y Manchester, que llevan meses bajo estrictos regímenes de contacto social.
"El canciller [ministro del Tesoro] solo se ha puesto al día de las inquietudes de los empresarios cuando parece que las restricciones afectarán a Londres y las Tierras Medias Occidentales", reprochó.
La revisión del paquete de ayudas incluye la reducción, del 30 al 5%, de la carga salarial que el empresario deberá abonar a los empleados que pueda retener con horarios limitados durante la crisis.
La nueva fórmula de retención reemplazará el mecanismo introducido durante el confinamiento, por el que el Estado financiaba inicialmente el 80% del sueldo de empleados inactivos, que expira el 31 de octubre.