Al anuncio de las nuevas medidas contra la difusión del COVID-19 en Italia le precedieron días de ansiedad. Durante la semana pasada, en varias regiones las autoridades locales impusieron el toque de queda, prohibiendo a los ciudadanos desplazarse en horas nocturnas, a no ser que fuera por motivos de trabajo o salud, o por una evidente necesidad. Entre las diferentes opciones que se discutían en los medios, incluso, se mencionaba la posibilidad de un nuevo confinamiento, similar al de esta primavera.
Algunos políticos regionales, con el gobernador campano Vincenzo De Luca a la cabeza, declaraban que impondrían medidas más rígidas respecto a las del Gobierno y que no retrocederían ante la necesidad de restringir la libertad de movimiento. A su vez, el primer ministro, Giuseppe Conte, no quería ni oír hablar del confinamiento.
Nuevo decreto
El decreto, firmado por Conte este 25 de octubre, fue el fruto de un compromiso entre el Gobierno, los jefes de las Juntas regionales y los representantes de la comunidad científica.
Protestas en las calles
El descontento estalló en Nápoles ya a finales de la semana pasada, antes de la firma del decreto.
El pasado 21 de octubre el gobernador campano De Luca declaró que Italia necesitaba un nuevo confinamiento y que su región "se movería en esta dirección", imponiendo el cierre total "para un mes o para 40 días".
Este anuncio bastó para exasperar a los napolitanos, que salieron a las calles. El 23 de octubre centenares de personas lanzaron petardos, botellas y granadas de humo, incendiaron contenedores de basura e hirieron a siete representantes de las fuerzas de orden. A su vez, la policía antidisturbios recurrió a los gases lacrimógenos para dispersar a la multitud. Durante el fin de semana las manifestaciones en la capital campana prosiguieron, dejando otros heridos de parte de la policía.
Naples ,Italy Anti lockdown protests pic.twitter.com/a9GrcVqlIF
— Crime Pays;) (@Woodyjunior67) October 23, 2020
El 25 de octubre las protestas se organizaron no sólo en Nápoles, sino también en Roma, Milano y Palermo. La fuerza motriz de las manifestaciones fueron los gestores y los dependientes de los restaurantes y bares.
Huge protests in Naples, Italy last night against the totalitarian lockdown measures and the migrant invasion which are both aided and abetted by their socialist government. pic.twitter.com/NOvPm9poCY
— S (@honourcourage) October 24, 2020
Para este 27 de octubre la Federación Italiana del Comercio Público (FIPE, por sus siglas en italiano), que reúne las empresas de los sectores de restauración y entretenimiento, anunció manifestaciones en 17 ciudades de todo el país. A su vez, los gestores de los restaurantes de la región de Toscana organizaron una marcha a Roma, que llamaron "El Camino de los no esenciales", para aludir al término que las autoridades usan a la hora de definir las actividades que hay que suspender.
Partidos politicos contra el decreto
Matteo Salvini, líder de la Liga, el mayor partido de la oposición de derecha, está valorando la opción de presentar un recurso al Tribunal Administrativo contra las nuevas medidas. Incluso Italia Viva, uno de los partidos de la coalición gobernante, empieza a criticar las medidas del Ejecutivo, afirmando que el riesgo de contagio con el coronavirus no existe en los cines y teatros y que los restaurantes deben permanecer abiertos hasta las 22:00.
El Gobierno entre escila y caribdis
Tratando de calmar los ánimos, el Gobierno ya anunció un programa de ayudas para las empresas de los sectores que se vieron directamente afectadas por las últimas restricciones.
Sin embargo, hay dudas de que las ayudas satisfagan a los empresarios desesperados, los cuales ya sufrieron un golpe durísimo durante el confinamiento en primavera.
En una situación política que se hace cada vez más complicada el Gobierno tiene que encontrar un equilibrio entre el deber de proteger la salud pública y la necesidad de mantener a flote la economía y, sobretodo, las pymes. De momento, no se sabe si las medidas impuestas tendrán efecto en el plan sanitario, pero desde el punto de vista político ya están mermando la posición del Ejecutivo.