"Asimismo reconoceremos ante las instancias de verdad los dos atentados que las FARC-EP planearon y ejecutaron contra su vicepresidente Germán Vargas Lleras, a quien también pediremos perdón con humildad. Así como a todos aquellos que resultaron afectados de algún modo por ello. La paz es el bien más valioso de cualquier nación, vale jugársela todo por ella", dijo Timochenko en una carta difundida en el Twitter del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común.
Reconoceremos antelasinstanciasde verdad y pediremos perdón con humildad,losdosatentadosquelasFARC-EPplanearon y ejecutaroncontra @German_Vargas,vicepresidente de @JuanManSantos.
— FARC #PorLaVidaYPorLaPaz 🕊 (@PartidoFARC) November 3, 2020
Carta se @TimoFARC pic.twitter.com/3jbH3cJHFX
Los hechos a los que hace referencia Timochenko son un libro bomba, que recibió el exvicepresidente en 2002, y un carro bomba detonado en su contra, en 2005.
La bomba le hizo perder dos dedos y le quemó el cuello y los brazos.
El 10 de octubre de 2005, al salir del programa Hora 20 de Caracol Radio sobre las 9 de la noche, Vargas Lleras sufrió un atentado con carro bomba.
El exvicepresidente, que iba en una caravana de seguridad, resultó ileso y se encontraba lejos de la zona de detonación.
Verdad
En el texto, que está dirigido al expresidente Santos, con quien se concluyó la firma del acuerdo de paz, Timochenko recuerda que el mes pasado reconocieron el crimen del excandidato presidencial Álvaro Gómez Hurtado, cuyo magnicidio se perpetró hace 25 años, el 2 de noviembre de 1995.
Asimismo, Timochenko define a Santos como un "arquitecto de la paz", ya que asumió su "papel por encima de intereses personales".
Tras la firma del acuerdo final de paz entre el Gobierno y la antigua guerrilla de las FARC, en noviembre de 2016, unos 11.000 integrantes y militantes del grupo rebelde se desmovilizaron y dejaron sus armas; de estos, unos 3.400 se ubicaron en Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR) para desarrollar proyectos productivos como parte de su proceso de reinserción a la vida civil.
Sin embargo, algunos antiguos ETCR (cuya vigencia legal fue de sólo 24 meses, pero cuyas instalaciones aún se mantienen y ahora hacen parte de los municipios) son objeto de presiones, amenazas y hostigamientos por parte de grupos armados ilegales relacionados con narcotráfico.