"Es esencial montar una campaña contra el procesamiento y la extradición del señor Assange de amplio alcance en la esfera progresiva…", escribe la secretaria general del NUJ, Michelle Stanistreet, a sus pares en el movimiento obrero.
La líder sindicalista llama la atención sobre los 18 cargos criminales que encarará el fundador de WikiLeaks, si es entregado a la Justicia estadounidense.
"Lo más preocupante es la presunta violación de la Ley de Espionaje", resalta en su carta.
"Las imputaciones tratan de penalizar una actividad que muchos miembros del NUJ realizan a diario: cultivar fuentes que están dispuestas a compartir información confidencial que revela incompetencia, corrupción e ilegalidad", protesta.
El NUJ envió un observador al juicio de extradición contra el profesional australiano, que concluyó la fase de audiencias testimoniales el mes pasado.
La decisión judicial no se dará a conocer hasta el 4 de enero y, mientras tanto, Assange seguirá preso en la cárcel de máxima seguridad de Belmarsh, en el sureste de la capital británica.
Bajo su dirección, el diario liberal británico publicó los informes secretos filtrados por la exanalista militar estadounidense, que WikiLeaks compartió con medios tradicionales internacionales, y que forman la base del actual proceso contra Assange.
Rusbridger participó en un debate sobre el caso que el NUJ organizó recientemente y en el que también intervino la abogada australiana Jennifer Robinson.
Por otra parte, la federación internacional de periodistas IFJ hizo un llamamiento en Twitter pidiendo al presidente electo, Joe Biden, que anule la orden de extradición.