"Abandonamos el OIEA hace mucho tiempo y no hemos olvidado su despreciable acto de alinearse con fuerzas hostiles en sus maniobras para presionarnos, arrojando sospechas sobre las instalaciones nucleares pacíficas de la RPDC [República Popular Democrática de Corea] a principios de la década de 1990", manifestó el embajador norcoreano ante la ONU, Kim Song.
El diplomático añadió que le gustaría "dejar claro una vez más que la RPDC nunca tendrá trato con el OIEA mientras siga faltando a la imparcialidad y objetividad […] y siga siendo un títere que baila al son de las fuerzas hostiles".
En 2009, Corea del Norte suspendió su colaboración con el OIEA y ordenó la salida de inspectores internacionales que vigilaban la planta nuclear en Yongbyon. En el mismo año quedaron paralizadas las negociaciones sobre la desnuclearización de la península coreana, celebradas de 2003 a 2007 entre las dos Coreas, China, Japón, Estados Unidos y Rusia. Pyongyang, que también había expulsado inspectores internacionales en varias ocasiones anteriores, se negó a continuar el diálogo tras el recrudecimiento de las sanciones internacionales en respuesta a sus pruebas nucleares y de misiles.