La comitiva que llegó el 12 de noviembre a la capital rusa, está encabezada por la vicepresidenta Delcy Rodríguez y la integran también el procurador general, Reinaldo Muñoz; la ministra de Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez; y el presidente de la estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), Asdrúbal Chávez.
En el evento, que se llevó a cabo en un céntrico hotel de Moscú, participaron delegados de numerosas empresas, entre ellas la petrolera Tatneft que ofreció la construcción de refinerías petroquímicas y la producción de gas y petróleo, y el Grupo Rushydro, conglomerado que propuso dotar a la hidroeléctrica Simón Bolívar de un sistema que controle su estado técnico. La instalación colapsó en marzo de 2019 causando el apagón más grande en la historia de Venezuela, las autoridades atribuyeron el hecho a un ataque cibernético y electromagnético del que responsabilizaron a Estados Unidos.
El antídoto a las sanciones
La Ley Antibloqueo, que aprobó en octubre la Asamblea Nacional Constituyente, busca, entre otras cosas, proteger las inversiones extranjeras de las medidas coercitivas estadounidenses que, según estimaciones oficiales, causan a la economía venezolana pérdidas de hasta 30.000 millones de dólares anuales.
La normativa de tres capítulos y 36 artículos establece herramientas jurídicas para "contrarrestar, mitigar y reducir de manera efectiva los efectos nocivos generados por la imposición de medidas coercitivas unilaterales emanadas por otros Estados".
Las autoridades de Caracas expusieron recientemente a empresarios de China los detalles de la Ley Antibloqueo. El objetivo de Venezuela, ha dicho el presidente Nicolás Maduro, es a través de esta normativa promover la recuperación económica de la nación, afectada por las sanciones, y brindar protección a los empresarios extranjeros que decidan invertir en su país.
COVID-19 en la agenda
La vicepresidenta venezolana planea también visitar los laboratorios del fabricante de la vacuna Sputnik V contra el COVID-19, la primera inoculación registrada en el mundo. El país latinoamericano recibió en octubre pasado un primer lote de 2.000 vacunas para participar en la fase 3 del ensayo clínico. "Estamos muy contentos y honrados de poder aportar nuestro granito de arena en esta solución para la humanidad que está aportando Rusia", subrayó Delcy Rodríguez.
Venezuela busca fabricar la vacuna de Gamaleya en su territorio. Otros países como Brasil, Corea del Sur, China, la India y Turquía llegaron ya a acuerdos con el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF, por sus siglas en inglés), la entidad que financió el desarrollo de la sustancia.
Según las proyecciones de RDIF, se espera producir a nivel mundial 500 millones de dosis de vacunas en 2021.