Según estos documentos, el coste de producción de los nuevos satélites es el doble de los Glonass-K1 (se lanzan a la órbita desde 2011) que, a su vez, cuestan el doble de los Glonass-M (se lanzan desde 2003 y son 51 fabricados en total).
Roscosmos no revela las causas de tal diferencia de costes.
Nikolái Testoyédov, director de la empresa Sistemas de Información de Satélite Reshetnev (forma parte de Roscosmos), había comentado a Sputnik que las pruebas de vuelo del satélite de nueva generación Glonass-K2 deben comenzar en 2021 y que se fabricarían 15 de estos aparatos espaciales.
Creado en tiempos de la Unión Soviética y puesto en marcha en 1993, el sistema Glonass, análogo al GPS estadounidense, determina en tiempo real con gran exactitud las coordenadas de ubicación y los parámetros de movimiento (velocidad y altura) de objetos que se encuentren en aire, tierra o mar.
Al igual que otros sistemas similares, el Glonass se puede utilizar para la observación de desastres naturales, facilitar las operaciones de rescate, y tiene aplicaciones comerciales como la seguridad vial, el cobro de peajes y otras.