"Hoy por hoy los occidentales ven a la OSCE como un instrumento para presionar a los países al este de Viena [Austria]", dijo Grushkó en una conferencia telemática celebrada por el Senado ruso con motivo del 30 aniversario de la Carta de París, el documento que estableció el nuevo rumbo de la organización tras el fin de la Guerra Fría.
El viceministro precisó que las naciones occidentales abusan, en particular, de la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos (OIDDH) de la OSCE.
Con ese mismo propósito, advirtió, se usa la presencia de la OSCE en el terreno, especialmente, en Asia Central, en donde algunas misiones se encuentran más de 20 años y no se ve ningún avance en la elaboración de una estrategia para retirarse y entregar sus funciones a las estructuras nacionales.
El diplomático recordó que las misiones son enviadas a un país para ayudar a resolver los problemas, pero en cuanto se formen las estructuras nacionales apropiadas para afrontar los desafíos, deberían retirarse.
"A día de hoy Occidente considera el término de cualquier misión como un revés y esto es otra evidencia de que las naciones occidentales usan la OSCE como un instrumento para controlar el espacio oriental", puntualizó.
Todo esto, subrayó, "genera líneas divisorias adicionales".
La OSCE aglutina a 57 Estados de Europa, Asia y América del Norte y actualmente realiza 17 operaciones en Europa del Este y países centroasiáticos.