Sus declaraciones se dan en la previa a un nuevo Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino este 29 de noviembre, en conmemoración a la resolución tomada por la ONU ese mismo día de 1947 para la partición de Palestina y la creación de un estado judío y otro árabe.
Semanas atrás lo había hecho Sudán, el segundo de ese continente después de Egipto, que reconoció a Israel en 1979, y el tercero musulmán desde que Emiratos Árabes Unidos y Baréin lo hicieron en septiembre de este año con auspicio de Estados Unidos. Un quinto país musulman también tiene vínculos diplomáticos con Israel. Se trata de Jordania, que firmó la paz en 1994.
Desde los territorios
"Las relaciones con Israel socavan el respaldo en el mundo árabe a la causa Palestina", dijo a Sputnik Juani Rishmawi, española radicada en Palestina desde hace más de tres décadas. En primer lugar se instaló en la Franja de Gaza, de donde es oriundo su marido y donde nació su hijo.
"Nunca fuimos partidarios de decir vamos a echar a los israelíes. Queremos conformar un país completo, que dé cabida a todo tipo de personas y religiones", expresó la entrevistada, que integra el Comité de Trabajos para la Salud en Cisjordania.
"Ya antiguamente vendían la causa palestina. El único que intentó poner un poco de orden y unidad dentro de Liga Árabe fue Abdel Nasser", dijo la activista en referencia al expresidente de Egipto desde 1954 y hasta su muerte en 1970, sobre la que se sospecha pudo deberse a envenenamiento.
Nasser promovía el panarabismo y panafricanismo, en un intento por revalorizar estas dos regiones, históricamente bajo dominio de occidente.
Mismo collar
"Trump, Biden, Obama o cualquiera de ellos es lo mismo", dijo Rishmawi al ser consultada sobre el cambio de Gobierno a partir del 20 de enero en Estados Unidos, cuando el presidente republicano, Donald Trump, ya ordenó iniciar la transición para ceder el mando al demócrata Joe Biden.
Pese a esto, indicó que a lo sumo Biden podrá promover cambios "en las formas" pero no en el fondo del tema. En este sentido, dijo que la administración Trump dejó una secuela difícil de revertir: reconocimiento de Jerusalén como capital israelí y traslado de su embajada a Jerusalén, declaración de la soberanía israelí en los altos del Golán y de los territorios ocupados en Cisjordania.
"La violencia y el maltrato dados durante todos estos años por Israel a la población palestina es solo para quedarse realmente con la tierra y sus riquezas", aseguró la entrevistada y puso como ejemplo lo que pasa con el recurso acuífero. "El agua pertenece en realidad a Altos de Golán que es Siria, y a Cisjordania que es Palestina", indicó.
"Hace unos 10 años se detectó una fuente de gas en el mar a unos 10 o 12 kilómetros y pertenece a Gaza, pero la explotan los israelíes", describió. Contó que los pescadores de Gaza tienen días asignados para poder salir al mar y límites de lejanía para que no puedan ver ni registrar todas las ilegalidades que hacen los israelíes".