"En una carta dirigida a Putin se dice, en particular, que la comunidad armenia y la diáspora están profundamente preocupadas por la situación en torno a los militares y civiles que siguen en cautiverio en Azerbaiyán", dice el comunicado publicado en la página web de Sarkisián.
La mediación del presidente ruso, se indica, podría ser "muy útil" a la hora de resolver ese problema "sumamente delicado".
El vicepresidente del Parlamento armenio, Alen Simonián, acusó este 30 de noviembre, durante su discurso en una reunión de la Asamblea Parlamentaria de la Organización del Tratado de la Seguridad Colectiva (OTSC), a Azerbaiyán de demorar de "manera artificial" el inicio del intercambio de prisioneros de guerra, rehenes y otras personas detenidas, así como de los cuerpos de los fallecidos.
Por acuerdo entre las partes, Rusia envió sus fuerzas de paz a la zona del conflicto, por cinco años en un principio, e instaló allí 23 puestos de vigilancia. El despliegue del contingente de paz, de unos 2.000 efectivos, comenzó paralelamente a la retirada gradual de fuerzas armenias desde los distritos de Agdam, Kelbecer (Kalbajar) y Lachín, ocupados durante la guerra de 1992-1994.
Los militares rusos ejercerán el control de la línea divisoria entre las fuerzas armenias y azerbaiyanas, así como del corredor de Lachín que conecta a Nagorno Karabaj con Armenia. Por su parte, Ereván deberá garantizar el transporte entre la república autónoma de Najicheván, el enclave azerbaiyano que se encuentra entre Armenia, Irán y Turquía, y las zonas del oeste de Azerbaiyán.