Le quisieron retirar un DIU, pero le acabaron amputando dos piernas
00:30 GMT 07.07.2022 (actualizado: 00:32 GMT 07.07.2022)
© Foto : Google Maps / IMSSUnidad de Medicina Familiar Número 9 del IMSS, en México
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Una mujer de 27 años acudió al médico en 2018 para una intervención sencilla, pero ocurrió un problema con su método anticonceptivo y la situación acabó en una tragedia.
Aunque sólo fue a una consulta ginecológica para que le retiraran su dispositivo intrauterino (DIU), un mal procedimiento provocó que perdiera ambas piernas y que le fueran extirpados el útero y un ovario.
Cuatro años después, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) determinó que la joven —cuya identidad ha sido protegida por las autoridades humanitarias— llegó a ese estado de salud debido a una serie de actos negligentes de los médicos que la atendieron en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el organismo de salud pública más grande de México.
"[Los médicos] transgredieron los derechos a la protección de la salud, a la integridad personal, a la salud sexual y reproductiva, y dañaron el proyecto de vida de una mujer de 27 años por diagnóstico, tratamiento y seguimiento médico inadecuados", indicó la CNDH.
El procedimiento erróneo fue llevado a cabo por especialistas adscritos al Hospital General Regional Número 1 y a la Unidad de Medicina Familiar Número 9 (UMF-9), en el estado de Querétaro, en el centro del país latinoamericano.
Una paciente del @Tu_IMSS en #Querétaro sufrió la amputación de ambas piernas e histerectomía a consecuencia de un diagnóstico erróneo; emitimos la #Recomendación 118/2022 solicitando la reparación del daño a la víctima.
— CNDH en México (@CNDH) July 5, 2022
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6 de julio 2022, 21:29 GMT
La razón por la cual la mujer sufrió la amputación de sus dos extremidades y la extirpación de sus órganos reproductivos fue una operación equivocada que condujo a una infección que se extendió a más partes del cuerpo y terminó en un choque séptico.
Los documentos de la CNDH detallan que los médicos le retiraron el dispositivo intrauterino (DIU) en una postura incorrecta y sin haberle realizado un ultrasonido o una radiografía previamente. Además, se relata que visitó la unidad médica en tres ocasiones. En ninguna de ellas se le facilitaron estudios de laboratorio a la paciente: sólo se le instruyó un tratamiento médico que no tuvo éxito en contra de una supuesta infección en vías urinarias y una colitis.
Días después, la mujer regresó al hospital porque no bajaba el dolor, que ya se había trasladado a la parte lumbar. Sin estudios, los médicos le diagnosticaron lumbalgia aguda. Horas después, el estado de salud de la joven empeoró: padecía deshidratación, gastroenteritis infecciosa y registraba una importante pérdida de sangre. Su condición fue descrita como grave y, ahora sí con estudios y pruebas, se determinó que había una sepsis, por lo cual tuvo que ser intubada, recibir transfusiones de sangre e incluso fue reanimada por un infarto.
"Si bien la amputación de extremidades se llevó a cabo para salvar la vida de la víctima ante el avance de la infección, este procedimiento aplicado fue resultado de una inadecuada atención médica, un diagnóstico deficiente e incompleto y de un inadecuado seguimiento de control, que permitieron el avance importante de la infección que pudo prevenirse", concluyó la CNDH.
Por ese motivo, la Comisión exigió al director del IMSS, Zoé Robledo, iniciar el proceso de reparación del daño causado a esta mujer, quien debe recibir "una compensación económica suficiente" y "acceso a programas sociales que le brinden oportunidades de desarrollo".