Los 'superministros', una costumbre sudamericana para hacer frente a las crisis
Los 'superministros', una costumbre sudamericana para hacer frente a las crisis
Sputnik Mundo
La llegada de Sergio Massa como una especie de 'superministro' de Economía no es una receta desconocida para Argentina y la región. Los antecedentes incluyen... 29.07.2022, Sputnik Mundo
El ascenso de Sergio Massa a la categoría de 'superministro' dentro del Gobierno de Argentina —teniendo a su cargo el ministerio de Economía unificado con varias otras áreas clave como Agricultura, Ganadería y Pesca; Desarrollo Productivo o incluso el vínculo con organismos multilaterales de crédito— reedita una costumbre que ha tenido más de un gobierno latinoamericano para intentar sobrellevar tiempos de zozobra.Massa es el líder del Frente Renovador, la tercera fuerza política en importancia que conforma el Frente de Todos, la coalición política que llevó a Alberto Fernández a la Presidencia. Desde la asunción de Fernández en diciembre de 2019, Massa se mantuvo como presidente de la Cámara de Diputados, aunque su ingreso en el Gabinete se volvió un rumor reiterado ante cada cambio de ministro.Argentina ya sabe de 'superministros'. El caso que permanece con mayor fuerza en la retina de los argentinos es el de Domingo Cavallo, que durante los primeros años de los gobiernos de Carlos Menem (1989-1999) asumió el papel de ministro de Economía pero, poco a poco, logró concentrar más y más poder hasta ganarse el mote de 'superministro'.Después de haber sido ministro de Relaciones Exteriores, Cavallo asumió en 1991 como titular del Ministerio de Economía, Obras y Servicios Públicos de Argentina, con el objetivo de combatir la hiperinflación que aquejaba al país. Desde su posición impulsó el Plan de Convertibilidad que terminaría equiparando el valor del peso argentino al del dólar, revolucionando la economía argentina.Pero Cavallo no solo tenía influencia la economía sino también sobre la reforma del Estado. Fue él quien, bajo el ala de Menem, impulsó la privatización de las principales empresas públicas del país, una medida que también era necesaria para solventar las erogaciones de mantener el tipo de cambio fijo.El alto perfil que adquirió Cavallo lo llevó a enfrentarse con Menem, que según medios argentinos de la época llegó a sentir celos de la influencia del ministro. El economista renunció en 1996 y recién volvería al cargo en 2001, en medio de la crisis económica que le costaría el cargo al presidente Fernando de la Rúa (1999-2001).Los resultados de la gestión de Cavallo en 2001 fueron lo contrario a exitosos. De todas maneras, volvió a intentar erigirse como 'superministro': en marzo de 2001, apenas asumido, el Congreso votó una ley que le otorgaba 'superpoderes' durante un año, plazo en el que podría subir o bajar impuestos, fusionar organismos públicos o cambiar el número de ministerios.La historia argentina también guarda lugar para otra figura que llegó a ser considerada un 'superministro': José López Rega, conocido como la mano derecha del presidente argentino Juan Domingo Perón durante su tercer mandato (1973-1974). Si bien su cargo formal era el de ministro de Bienestar Social de la Nación —una cartera que englobaba a la salud y la asistencia social, entre otras funciones—, López Rega fue el hombre fuerte del tercer gobierno de Perón y hubo pocas cuestiones que le quedaron ajenas.La idea de los 'superministros' también encuentra precedentes en Brasil. De hecho, la llegada de Massa al gabinete de Alberto Fernández ya es comparada por analistas argentinos con la del brasileño Fernando Henrique Cardoso, que en 1993 fue nombrado como ministro de Hacienda del entonces presidente Itamar Franco (1992-1994) para intentar resolver la crisis inflacionaria que atravesaba el gigante sudamericano.Cardoso recibió la llave de manos de Franco para intervenir en varias áreas del Gobierno y es considerado el padre del 'Plan Real', un programa económico con el que consiguió reducir la inflación y creó una nueva moneda, el actual real. El éxito de la gestión catapultó a Cardoso, que en 1995 fue electo presidente de Brasil.También en Brasil, pero décadas más tarde, el abogado brasileño José Dirceu fue el 'superministro' del primer Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010). Su cargo oficial era el de jefe de Gabinete, por lo que ejercía como un mano derecha del presidente, con injerencia en todas las áreas de Gobierno.Dirceu fue el centro de una de las primeras polémicas en afectar al Gobierno de Lula, cuando debió renunciar a su cargo en medio de las acusaciones de corrupción conocidas como Mensalao o 'Escándalo de las mensualidades'.
La llegada de Sergio Massa como una especie de 'superministro' de Economía no es una receta desconocida para Argentina y la región. Los antecedentes incluyen los 'superpoderes' de Domingo Cavallo en dos oportunidades y el papel de Fernando Henrique Cardoso para superar la inflación de Brasil.
El ascenso de Sergio Massa a la categoría de 'superministro' dentro del Gobierno de Argentina —teniendo a su cargo el ministerio de Economía unificado con varias otras áreas clave como Agricultura, Ganadería y Pesca; Desarrollo Productivo o incluso el vínculo con organismos multilaterales de crédito— reedita una costumbre que ha tenido más de un gobierno latinoamericano para intentar sobrellevar tiempos de zozobra.
Massa es el líder del Frente Renovador, la tercera fuerza política en importancia que conforma el Frente de Todos, la coalición política que llevó a Alberto Fernández a la Presidencia. Desde la asunción de Fernández en diciembre de 2019, Massa se mantuvo como presidente de la Cámara de Diputados, aunque su ingreso en el Gabinete se volvió un rumor reiterado ante cada cambio de ministro.
Después de haber sido ministro de Relaciones Exteriores, Cavallo asumió en 1991 como titular del Ministerio de Economía, Obras y Servicios Públicos de Argentina, con el objetivo de combatir la hiperinflación que aquejaba al país. Desde su posición impulsó el Plan de Convertibilidad que terminaría equiparando el valor del peso argentino al del dólar, revolucionando la economía argentina.
Pero Cavallo no solo tenía influencia la economía sino también sobre la reforma del Estado. Fue él quien, bajo el ala de Menem, impulsó la privatización de las principales empresas públicas del país, una medida que también era necesaria para solventar las erogaciones de mantener el tipo de cambio fijo.
Los resultados de la gestión de Cavallo en 2001 fueron lo contrario a exitosos. De todas maneras, volvió a intentar erigirse como 'superministro': en marzo de 2001, apenas asumido, el Congreso votó una ley que le otorgaba 'superpoderes' durante un año, plazo en el que podría subir o bajar impuestos, fusionar organismos públicos o cambiar el número de ministerios.
La historia argentina también guarda lugar para otra figura que llegó a ser considerada un 'superministro': José López Rega, conocido como la mano derecha del presidente argentino Juan Domingo Perón durante su tercer mandato (1973-1974). Si bien su cargo formal era el de ministro de Bienestar Social de la Nación —una cartera que englobaba a la salud y la asistencia social, entre otras funciones—, López Rega fue el hombre fuerte del tercer gobierno de Perón y hubo pocas cuestiones que le quedaron ajenas.
La idea de los 'superministros' también encuentra precedentes en Brasil. De hecho, la llegada de Massa al gabinete de Alberto Fernández ya es comparada por analistas argentinos con la del brasileño Fernando Henrique Cardoso, que en 1993 fue nombrado como ministro de Hacienda del entonces presidente Itamar Franco (1992-1994) para intentar resolver la crisis inflacionaria que atravesaba el gigante sudamericano.
Cardoso recibió la llave de manos de Franco para intervenir en varias áreas del Gobierno y es considerado el padre del 'Plan Real', un programa económico con el que consiguió reducir la inflación y creó una nueva moneda, el actual real. El éxito de la gestión catapultó a Cardoso, que en 1995 fue electo presidente de Brasil.
También en Brasil, pero décadas más tarde, el abogado brasileño José Dirceu fue el 'superministro' del primer Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010). Su cargo oficial era el de jefe de Gabinete, por lo que ejercía como un mano derecha del presidente, con injerencia en todas las áreas de Gobierno.
Dirceu fue el centro de una de las primeras polémicas en afectar al Gobierno de Lula, cuando debió renunciar a su cargo en medio de las acusaciones de corrupción conocidas como Mensalao o 'Escándalo de las mensualidades'.
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