Biden, el rey de la diplomacia: es tan débil que sólo puede insultar a Xi Jinping
Biden, el rey de la diplomacia: es tan débil que sólo puede insultar a Xi Jinping
Sputnik Mundo
Al día siguiente de que el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, se reuniera con el presidente de China, Xi Jinping, en su vista al gigante asiático... 23.06.2023, Sputnik Mundo
Biden, el rey de la diplomacia: es tan débil que sólo puede insultar a Xi Jinping
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Biden, el rey de la diplomacia: es tan débil que sólo puede insultar a Xi Jinping
Parece que una de las consecuencias de la visita de Blinken a China fue un gran dolor de estómago para Biden. Y ante esta dolencia, apeló al único 'analgésico' al que pudo apelar para desfogar la impotencia que lo quemaba por dentro: el insulto fácil y recurrente de calificar como "dictador" a todo aquel mandatario que no se somete a sí mismo, ni somete los intereses de su pueblo, ante el imperialismo norteamericano.Pero, ¿cómo hemos llegado a este desfogue del inquilino de la Casa Blanca? Fácil de entender. Sólo hace falta escuchar, o leer, las declaraciones que hizo Blinken en la reunión que mantuvo con Xi Jinping. Y de haber visto el vídeo del momento, ya tiene otro precio. Por supuesto, nada de esto se compara a haber estado en cuerpo presente en medio de esta situación. Dijo Blinken:"No apoyamos la independencia de Taiwán. Nos opondríamos a cualquier cambio unilateral del 'statu quo' por cualquiera de las partes. Hemos sido muy claros y coherentes en nuestra política, y es muy importante que preservemos el 'statu quo' que ha contribuido a mantener la paz y la estabilidad al otro lado en el estrecho [de Taiwán] durante décadas".Spoiler. Para que tengamos conciencia de lo que estas declaraciones de Blinken representaron para los poderes globalistas de Occidente y sus medios de comunicación a su servicio, basta con una pista: no busquen esta frase transcripta, o este fragmento de vídeo o de audio de estas declaraciones en los medios occidentales, porque no las van a encontrar. No insistan. Así de libres y equidistantes son los medios en las 'democracias' occidentales cuando algo no cuadra en el relato.Y no sólo fueron las palabras que pronunció Blinken: fue su lenguaje corporal. Tragaba saliva el hombre mientras hablaba. Hasta parecía que temblaba allí frente al mandatario chino. Ya no hablemos de la instantánea que muestra su postura corporal cuando le dio la mano a Xi.Y como no cuadró en el relato, esto levantó unas ampollas tremendas en Biden, y sin venir a cuenta, de la nada, llamó 'dictador' a Xi Jinping. Así, este martes en una recepción del Partido Demócrata en California y en presencia de periodistas, al referirse a la reciente crisis en la que EEUU derribó un globo chino al que consideró espía, Biden dijo que "la razón por la que [Xi Jinping] se enfadó tanto" cuando ocurrió eso "es que él no sabía [que este dispositivo] estaba allí"."Es muy vergonzoso para los dictadores cuando no saben lo que pasó. Cuando [el globo] fue derribado él (Xi Jinping) estuvo muy avergonzado y negó que siquiera estuviera allí", disparó el señor que saluda y habla al aire.ReaccionesAl respecto, la portavoz del Ministerio de Exteriores del gigante asiático, Mao Ning, declaró China protesta enérgicamente por los comentarios provocadores de Biden sobre Xi. "Las declaraciones de la parte estadounidense son extremadamente absurdas, extremadamente irresponsables, contrarias a los hechos, violan gravemente la etiqueta diplomática, constituyen un grave ataque a la dignidad política de China y una abierta provocación política. Pekín expresa su profundo descontento y su enérgica protesta", manifestó Mao.También hubo reacciones desde Moscú. El Kremlin calificó de impredecible a EEUU tras estas declaraciones de Biden. "Es una manifestación muy contradictoria de la política exterior de EEUU que habla de un gran elemento de impredecibilidad, por un lado, y por el otro, es la continuación de las manifestaciones de tutelaje de la política exterior estadounidense, una práctica ya inaceptable para una enorme cantidad de países y su número sigue creciendo", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, al comentar la descalificación de Biden."No se sabe si en realidad [a Biden] le está fallando [la cabeza] otra vez y está desvariando, porque viniendo de él precisamente, pues uno puede predecir que está desvariando, que se ha quedado sin batería, que se le han averiado los circuitos, y que ya no sabe ni dónde está. […] Pero más allá de la chanza, hay un detalle histórico muy importante, y es cómo años atrás precisamente, Biden calificó de 'asesino' al presidente ruso, Vladímir Putin. […] Entonces él [Biden] parece ser fiel a sus tradiciones de llamar 'asesino' [o 'dictador'] a los presidentes que le caen mal", reflexiona al respecto el analista internacional Enrique Refoyo.
Al día siguiente de que el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, se reuniera con el presidente de China, Xi Jinping, en su vista al gigante asiático con el objetivo de suavizar las tensas relaciones entre ambos países, al inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden, no se le ocurrió mejor idea que llamar "dictador" al mandatario chino.
Parece que una de las consecuencias de la visita de Blinken a China fue un gran dolor de estómago para Biden. Y ante esta dolencia, apeló al único 'analgésico' al que pudo apelar para desfogar la impotencia que lo quemaba por dentro: el insulto fácil y recurrente de calificar como "dictador" a todo aquel mandatario que no se somete a sí mismo, ni somete los intereses de su pueblo, ante el imperialismo norteamericano.
Pero, ¿cómo hemos llegado a este desfogue del inquilino de la Casa Blanca? Fácil de entender. Sólo hace falta escuchar, o leer, las declaraciones que hizo Blinken en la reunión que mantuvo con Xi Jinping. Y de haber visto el vídeo del momento, ya tiene otro precio. Por supuesto, nada de esto se compara a haber estado en cuerpo presente en medio de esta situación. Dijo Blinken:
"No apoyamos la independencia de Taiwán. Nos opondríamos a cualquier cambio unilateral del 'statu quo' por cualquiera de las partes. Hemos sido muy claros y coherentes en nuestra política, y es muy importante que preservemos el 'statu quo' que ha contribuido a mantener la paz y la estabilidad al otro lado en el estrecho [de Taiwán] durante décadas".
Spoiler. Para que tengamos conciencia de lo que estas declaraciones de Blinken representaron para los poderes globalistas de Occidente y sus medios de comunicación a su servicio, basta con una pista: no busquen esta frase transcripta, o este fragmento de vídeo o de audio de estas declaraciones en los medios occidentales, porque no las van a encontrar. No insistan. Así de libres y equidistantes son los medios en las 'democracias' occidentales cuando algo no cuadra en el relato.
Y no sólo fueron las palabras que pronunció Blinken: fue su lenguaje corporal. Tragaba saliva el hombre mientras hablaba. Hasta parecía que temblaba allí frente al mandatario chino. Ya no hablemos de la instantánea que muestra su postura corporal cuando le dio la mano a Xi.
Y como no cuadró en el relato, esto levantó unas ampollas tremendas en Biden, y sin venir a cuenta, de la nada, llamó 'dictador' a Xi Jinping. Así, este martes en una recepción del Partido Demócrata en California y en presencia de periodistas, al referirse a la reciente crisis en la que EEUU derribó un globo chino al que consideró espía, Biden dijo que "la razón por la que [Xi Jinping] se enfadó tanto" cuando ocurrió eso "es que él no sabía [que este dispositivo] estaba allí".
"Es muy vergonzoso para los dictadores cuando no saben lo que pasó. Cuando [el globo] fue derribado él (Xi Jinping) estuvo muy avergonzado y negó que siquiera estuviera allí", disparó el señor que saluda y habla al aire.
Reacciones
Al respecto, la portavoz del Ministerio de Exteriores del gigante asiático, Mao Ning, declaró China protesta enérgicamente por los comentarios provocadores de Biden sobre Xi. "Las declaraciones de la parte estadounidense son extremadamente absurdas, extremadamente irresponsables, contrarias a los hechos, violan gravemente la etiqueta diplomática, constituyen un grave ataque a la dignidad política de China y una abierta provocación política. Pekín expresa su profundo descontento y su enérgica protesta", manifestó Mao.
También hubo reacciones desde Moscú. El Kremlin calificó de impredecible a EEUU tras estas declaraciones de Biden. "Es una manifestación muy contradictoria de la política exterior de EEUU que habla de un gran elemento de impredecibilidad, por un lado, y por el otro, es la continuación de las manifestaciones de tutelaje de la política exterior estadounidense, una práctica ya inaceptable para una enorme cantidad de países y su número sigue creciendo", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, al comentar la descalificación de Biden.
"No se sabe si en realidad [a Biden] le está fallando [la cabeza] otra vez y está desvariando, porque viniendo de él precisamente, pues uno puede predecir que está desvariando, que se ha quedado sin batería, que se le han averiado los circuitos, y que ya no sabe ni dónde está. […] Pero más allá de la chanza, hay un detalle histórico muy importante, y es cómo años atrás precisamente, Biden calificó de 'asesino' al presidente ruso, Vladímir Putin. […] Entonces él [Biden] parece ser fiel a sus tradiciones de llamar 'asesino' [o 'dictador'] a los presidentes que le caen mal", reflexiona al respecto el analista internacional Enrique Refoyo.
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