Yahya y sus amigos solían jugar al fútbol en el pasado. Durante uno de los partidos, los terroristas comenzaron a bombardear con morteros la zona donde vivía. Los niños se asustaron y se dispersaron. Yahya se escondió en una subestación eléctrica.
El pequeño sufrió graves heridas a causa de una descarga eléctrica. Logró sobrevivir, pero los médicos tuvieron que amputar una parte de sus extremidades superiores.
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Cada día, Yahya aprende a superar diferentes obstáculos. Sus padres y parientes le ayudan en todo cuanto pueden. El niño puede ya escribir y dibujar con sus pies. Y mejora cada día.