Pese a que afirmó que Hungría solo "tiene una influencia relativa en el escenario mundial" en comparación con los países europeos más desarrollados, subrayó que "la UE tiene que demostrar tanto la fuerza como la voluntad de cooperar" con Rusia.
Asimismo, manifestó su descontento con el rumbo político de Bruselas, que está promoviendo sus políticas en vez de respetar los acuerdos alcanzados con Moscú. También agregó que los intentos de Occidente de demonizar al líder ruso, Vladímir Putin, son "ridículos", ya que consiguió convertir a su país en un "actor político fuerte en la política internacional”.
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