"En términos jurídicos, la ley de reintegración socava los acuerdos de Minsk", dijo.
Al mismo tiempo subrayó que Rusia, por su parte, seguirá contribuyendo al cumplimiento cabal de los acuerdos para la paz en Ucrania.
El 18 de enero el Parlamento ucraniano aprobó una nueva ley, que cataloga los territorios de Donbás como "ocupados" y otorga al presidente ucraniano, Petró Poroshenko, el derecho de enviar las Fuerzas Armadas a la región en tiempo de paz para asegurar la soberanía del país aunque las tropas ucranianas ya están presentes allí en el marco de una operación que Kiev califica de "antiterrorista".
El documento también define a Rusia como país "agresor", hecho que Moscú rechazó en repetidas ocasiones al subrayar que no es parte del conflicto interno de Ucrania.
No se lo pierda: Moscú considera que Kiev se está preparando para una nueva guerra en Donbás
Desde abril de 2014 Ucrania lleva a cabo una operación contra las milicias en el este de su territorio donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk en respuesta al violento cambio de Gobierno ocurrido en Kiev en febrero del mismo año.
Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia cuyo resultado la ONU estima en más de 10.300 muertos.