La misión de Rocket Lab es desarrollar servicios de lanzamiento orbitales comerciales ligeros y rentables. A pesar de que es solo el segundo vuelo de la compañía espacial privada, ya ha tenido éxito.
El cohete Electron es el único en el mundo de clase ultraligera. El lanzamiento se realizó el 21 de enero de 2018 desde el Launch Complex 1, ubicado en la isla Norte de Nueva Zelanda. Así, ha sido puesta en órbita la carga que llevaba Electron: los nanosatélites privados Dove Pioneer y dos Lemur-2.
Electron tiene aproximadamente un cuarto del tamaño de un Falcon 9, de SpaceX, la empresa de Elon Musk, y una capacidad de carga máxima de unos 230 kg. Cada vuelo cuesta solo 5 millones de dólares, un módico precio para un vuelo espacial.
Ayuda que el vehículo de lanzamiento en dos etapas sea impulsado por los motores Rutherford de Rocket Lab, fáciles y económicos de fabricar. Esos motores están compuestos principalmente por componentes impresos en 3D y utilizan motores eléctricos más eficientes que aquellos que funcionan con gas.
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El primer lanzamiento de Electron, celebrado el 25 de mayo de 2017, no tuvo éxito debido a los datos incorrectos proporcionados por el sistema de medición.