"No estamos considerando subir los impuestos ahora (…) la recaudación crece más que el PIB y sorprenderá positivamente", aseguró el ministro en declaraciones recogidas por el diario O Globo.
Meirelles confío en la recuperación económica y en la aprobación de medidas de reducción de gastos como remedio para atajar la deuda pública y que así no sea necesario elevar los impuestos.
Las previsiones más recientes del Banco Central de Brasil apuntan a que la economía del gigante suramericano podría crecer un 2,7% en 2018.
Este año el Gobierno busca cumplir el objetivo de alcanzar un déficit de como máximo 159.000 millones de reales (50.500 millones de dólares), pero si tiene dificultades podría verse obligado a subir los impuestos.
Esto ocurrió el año pasado, cuando ante una recaudación menor de lo esperado el Gobierno anunció un aumento de los impuestos sobre los combustibles.