Los combatientes de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS, formaciones kurdo-árabes) comunicaron antes que la operación se saldó con 29 civiles muertos y 134 heridos.
También se informa que los ataques realizados por las fuerzas turcas causaron considerables daños materiales.
El 20 de enero, Ankara y sus aliados del opositor Ejército Libre Sirio lanzaron la operación Rama de Olivo contra los grupos armados kurdos y organizaciones terroristas en el cantón de Afrín (provincia noroccidental siria de Alepo).
Para Turquía, las YPG son una extensión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, prohibido en el país por considerarse una organización terrorista.
Damasco condenó la operación turca en Afrín y subrayó que esa región es parte inalienable del territorio sirio.
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Rusia llamó a todas las partes a actuar con moderación y respetar la integridad territorial de Siria.