La decisión se tomó después de que la situación de seguridad en esa zona se deteriorara sensiblemente en los últimos años. Desde la construcción del muro, esas zonas eran como tierra de nadie donde no operaba ni la policía ni el ejército israelíes ni la policía palestina.
La explicación que ha dado el ejército es que el terrorismo que se origina en esas zonas se incrementó últimamente dentro de Israel, y que áreas como Shuafat o Kfar Aqab se han convertido en refugio de terroristas.
El ejército dijo que la nueva decisión no cambiará el estatuto actual de las zonas de Jerusalén que están del otro lado del muro, una cuestión que se sabe que está siendo muy debatida dentro del ejército y por la clase política israelí.
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Se estima que esa decisión afectará a entre 100.000 y 150.000 palestinos, de los que aproximadamente la mitad poseen la tarjeta israelí de residencia.