"El sistema A-135 defiende la capital de nuestro país. Sin embargo, teniendo en cuenta que la OTAN está modernizando sus sistemas de ataque, nuestros ingenieros vienen trabajando en un antídoto desde hace mucho", declaró.
Después de que el misil solventara con nota las pruebas en Plesetsk, la siguiente fase de ensayos fue reubicada en Kazajistán, ya que dichos proyectiles necesitaban más espacio, explicó Baranets.
El nuevo sistema funciona de acuerdo a nuevos criterios.
"Imagine que es verano y los mosquitos se agolpan en el techo de su casa. Usted toma el aspirador, lo enciende la plaga desaparece en las entrañas del aparato", dijo.
"Ahora imagine que usted no aspira, sino que dispersa el enjambre con una corriente de aire: así funcionará la ojiva de nuestro nuevo proyectil. Removeremos el aire de manera que la plaga entera se desintegre. Ni un misil alcanzará Moscú", puso de relieve el entrevistado.
Los militares rusos probaron con éxito el nuevo proyectil del sistema de defensa ruso en el polígono de Sari Shagan (Kazajistán), informó el Ministerio de Defensa de Rusia a través del medio Krasnaya Zvezda.
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El sistema de defensa antimisiles está destinado a proteger Moscú, la capital de Rusia, de ataques aéreos o espaciales. También tiene la función de advertir sobre un ataque con cohetes desde el espacio.