"Alexandr Bastrikin ordenó investigar de forma operativa todas las circunstancias del crimen y realizar una pesquisa detallada y objetiva del delito, tomando el control de la operación", dijo la portavoz.
Un desconocido disparó horas antes contra una multitud que celebraba el último día del carnaval ruso (Máslenitsa) en la ciudad de Kizliar, y mató a cuatro personas que regresaban de una misa cristiana, todas mujeres, así como hirió a otros cuatro transeúntes.
Poco después uno de los heridos que fue trasladado al hospital también falleció.
Otras dos mujeres heridas se encuentran en estado de alta gravedad, y fueron operadas con urgencia.
El ministro de Interior de Daguestán, Abdurashid Magomédov, ya llegó a la ciudad de Kizliar, donde después de la tragedia fueron reforzadas las medidas de seguridad.
A la urbe, cuyas carreteras fueron bloqueadas, arriban psicólogos del Ministerio de Emergencia.
Todos los efectivos de la Policía están patrullando las calles y se realiza el control de todos los vehículos que entran o salen de la localidad.
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El portal del muftí de Daguestán publicó una nota oficial en la que recalcó que los yihadistas que se esconden tras ideas pseudomusulmanas no tienen nada en común con la religión islámica, así como expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas y sus allegados.