"Debemos proteger nuestras industrias de acero y de aluminio, que son absolutamente vitales para nuestra seguridad nacional", dijo el mandatario en una ceremonia en el Salón Roosevelt antes de firmar la nueva política.
Entre las consideraciones para abrir tales conversaciones se tomarán en cuenta también los vínculos militares, según Trump.
“Debemos mostrar flexibilidad y cooperación con los países amigos”, indicó.
La nueva política, que ordena imponer aranceles de 25% a las importaciones de acero y de 10% a las de aluminio, entrará en vigor en 15 días, pero no se aplicará a México ni a Canadá, países con los que EEUU está renegociando el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
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“Durante décadas hemos perdido decenas miles de empleos y hemos devastado comunidades enteras”, dijo Trump, quien se hizo acompañar en la ceremonia por trabajadores de la industria siderúrgica.
El presidente se refirió reiteradamente a China y al déficit comercial con ese país, pero también tuvo palabras para las corporaciones de la industria del acero y del aluminio.
“A aquellas empresas que no quieran pagar aranceles les decimos que vengan a instalar sus industrias a EEUU “, indicó.
Si la renegociación del TLCAN es exitosa y Canadá y México quedan excluidos de forma permanente de este régimen arancelario, EEUU tendrá que elevar los impuestos que cobrará a las importaciones de metales procedentes de otros países, dijo más temprano a periodistas un alto funcionario de Washington.