Durante la conversación celebrada por iniciativa de Rusia, los dos altos cargos militares "examinaron las cuestiones relacionadas con la situación en la República Árabe Siria, así como la situación en Guta Oriental", dice el comunicado.
Guta Oriental es uno de los últimos bastiones de los grupos terroristas Frente al Nusra, Yeish al Islam, Ahrar al Sham (prohibidos en Rusia), entre otros, que lanzan ataques esporádicos contra la periferia y el centro de la capital siria, Damasco.
Desde mediados de 2017 en Guta Oriental funciona una zona de distensión, sin embargo en las últimas semanas se produjo una drástica escalada de violencia.
Más tarde, Rusia anunció por orden del presidente, Vladímir Putin, una tregua diaria de cinco horas desde el 27 de febrero y la creación de un corredor humanitario para que la población abandone Guta Oriental.
Pese a esas iniciativas, los grupos armados continúan reteniendo a los habitantes de la zona amenazando con ejecutarlos si cruzan el corredor humanitario.