El 20 de abril, el Departamento de Estado publicó su informe anual sobre la situación de los derechos humanos en el mundo, en el que criticó a Siria, Corea del Norte, Birmania, China, Irán, Turquía, Venezuela y Rusia.
"Al igual que las publicaciones anteriores, [el informe] abunda en evaluaciones politizadas y burdos clichés ideologizados", dijo la Cancillería rusa en un comunicado.
En cuanto al apartado del documento dedicado a Rusia, la Cancillería constató que "Washington todavía no ha logrado deshacerse de estereotipos rusófobos".
"Los autores del informe siguen recurriendo a procedimientos que tienen por objetivo formar una duradera actitud negativa hacia Rusia como 'principal violadora de los derechos humanos', para argumentar esta tesis Washington usa en el informe una serie de acusaciones tradicionales, en gran parte copiadas de los informes anteriores, y un montaje de 'hechos' torcidos ad hoc", puntualiza el comunicado.
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