"No se supone cesar el tránsito del gas ruso a través de Ucrania tras la puesta en marcha del Nord Stream 2, (…) y quiero subrayar que los suministros continuarán si resultan económicamente viables y oportunos para los participantes de la actividad de la economía", dijo en una rueda de prensa con la canciller alemana, Angela Merkel.
Putin también se refirió a la cooperación entre Moscú y Berlín, al asegurar que "Rusia está dispuesta a colaborar con los socios alemanes sobre la base del beneficio mutuo y en conformidad con los intereses de los pueblos de nuestros países".
"Pese a una coyuntura internacional complicada y nuestras divergencias sobre varios problemas mundiales, Rusia y Alemania consideran necesario y provechoso mantener un contacto regular", destacó Putin.
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En opinión del mandatario, "no se debe vincular el desarrollo de las relaciones entre Rusia y Alemania con las relaciones con terceros países".
"La parte alemana está convencida que, incluso después de la construcción del Nord Stream 2, el papel de Ucrania como país de tránsito debe ser conservado, eso tiene una importancia estratégica, y Alemania está dispuesta a pensar en garantías al respecto", dijo la canciller.
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Merkel aseguró que para Berlín el nuevo gasoducto representa "un proyecto económico, comercial", pero que presenta además otros componentes, lo que exige ciertas garantías para Kiev.
El proyecto fue elaborado para diversificar las rutas del suministro de gas a Europa y fomentar la seguridad energética.
En agosto pasado, el jefe de la empresa de gas rusa Gazprom, Alexéi Miller, declaró que la compañía puede mantener el tránsito de gas a través de Ucrania en un volumen de entre 10 y 15 millones metros cúbicos anuales, "pero Ucrania debe demostrar la viabilidad económica de un nuevo contrato para el tránsito".