Entre el 17 y el 18 de mayo las delegaciones comerciales de EEUU y China realizaron consultas en Washington.
"Fue logrado un consenso, (…) para satisfacer la creciente demanda de la población china y, tomando en cuenta la necesidad de un desarrollo cualitativo de China, se aumentará considerablemente la compra de mercancías y servicios estadounidenses", indica un comunicado oficial de la Casa Blanca.
Se trató de las primeras conversaciones que se sostuvieron ambos países tras el conflicto provocado por la decisión de EEUU de aumentar los aranceles a las importaciones de acero y aluminio y las amenazas de Washington de elevar hasta 150.000 millones de dólares anuales los aranceles a productos que China exporta a EEUU.
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