"Somos de Perú, pero vivimos en San Francisco (EEUU). Hemos venido a San Petersburgo para animar a nuestro país", explica a Sputnik Cecilia, una peruana que no para de sonreír mientras un puñado de personas le pide una foto. Su esposo va vestido con un típico poncho peruano. Los dos bromean: "¡Solo faltan los chumbeques!"
Eduardo está solo, pero a la vez bien acompañado. Su bicicleta "es mundialista", asegura a Sputnik mientras se ríe. Es de Costa Rica, aunque está afincado en Londres: "Ando falto de fondos", dice medio en broma.
Así que ha venido a San Petersburgo en bicicleta. Ahora espera que "la gente de Costa Rica" le preste "algo de dinero para ver el partido". Su selección se mide con Brasil y quiere estar en el estadio.
Aunque estos días la ciudad es territorio de América Latina, los rusos también han decidido poner también su granito de arena. Lo importante es hacer ruido. Que se sepa que hay fiesta, que la fiesta es buena y que hay felicidad.
Tanto quieren contribuir los rusos aunque su selección no juegue en la Viena del norte que no saben cuál es el término medio. Porque sí: puedes ser hincha de la selección rusa mientras llevas una camiseta del FC Barcelona y posas con una bandera colombiana. Es la fiesta del fútbol.