"Será una infraestructura abierta a la ciudadanía, a sectores sociales y a los turistas, puesto que por su ubicación la vista desde su helipuerto es muy hermosa", aseguró la autoridad en conferencia de prensa.
El inmueble, que por su gran tamaño y estilo minimalista contrasta con un entorno de edificios de dos plantas del siglo XIX, fue justificado previamente por el Gobierno como símbolo del "proceso de cambio" liderado por el presidente Evo Morales desde 2006 y que tiene como uno de sus logros mayores el acceso de las mayorías indígenas a la vida política nacional.
El edificio costó al menos 240 millones de bolivianos (34,5 millones de dólares), según un anuncio oficial al inicio de la obra, aún no actualizado.
Rada defendió el carácter utilitario del inmueble, en especial el ahorro para los ministerios que dejarán de arrendar oficinas, respondiendo así a críticas de la oposición por el supuesto gasto injustificado en que habría incurrido el Gobierno.
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Opositores criticaron en particular el hecho de que el que será despacho del presidente Evo Morales tenga gimnasio y sauna.
Rada dijo que los ministerios que compartirán el edificio con las oficinas presidenciales serán los de Comunicación, de Culturas, de Medio Ambiente y Aguas, de Energías y de la Presidencia.
Sobre el actual palacio presidencial, construido en la segunda mitad del siglo XIX, el ministro dijo que por su condición de patrimonio histórico será utilizado principalmente para fines protocolares y culturales.